Odontología Pediátrica en Zaragoza

Odontología Pediátrica

ODONTOPEDRIATRÍA

La caries dental es actualmente la enfermedad crónica más frecuente en la infancia. La enfermedad de la caries dental presenta graves repercusiones en la salud general del niño. Un niño con caries en los dientes primarios, será probablemente un adulto con múltiples caries y restauraciones en la dentición permanente.

Entre los factores que intervienen en la aparición de la caries se encuentran: insuficiente higiene oral, biberón o lactancia materna a demanda y/o nocturna sin un concienzudo lavado posterior de los dientes o el consumo frecuente de carbohidratos fermentables y azúcares.

Son los padres los gerentes principales de los cuidados de la salud oral de sus hijos al estar cada día con ellos y ser el nexo de unión con todos los profesionales que tratan a su hijo (odontólogo y otros servicios sanitarios, guarderías y escuelas).

Para mantener una boca sana desde la infancia hasta la edad adulta, recomendamos realizar una consulta con el odontopediatra. Así, los padres llevarán a su hijo al dentista para prevenir que no tenga caries y no para curarlas. Los consejos y asesoramiento tempranos le ayudarán a tener todas las herramientas para lograrlo.

Por edades, las recomendaciones higiénicas para nuestros hijos serían las siguientes:

0 – 6 meses

Aunque es probable que aún no observemos ningún diente en la boca realizaremos la limpieza de las encías de nuestro bebé envolviendo en nuestro dedo una gasa humedecida en agua. Tendremos la precaución de no impregnar la tetina de chupetes o biberones en azúcares, y trataremos de que el bebé no se duerma mientras bebe del biberón. La sola lactosa de la leche ya es un azúcar fermentable que puede producir caries. Procuraremos no compartir utensilios con nuestro bebé o trataremos de no limpiar el chupete con nuestra saliva, pues en ese acto se produce una transmisión bacteriana inconsciente.

6 – 18 meses

Comenzaremos a usar un cepillo para bebés con cerdas suaves para limpiar los primeros dientes y encías. No es necesario emplear pasta dental, y si se usa, deberá ser la cantidad de un grano de arroz procurando no ser tragada. Moderaremos paulatinamente el uso del biberón y trataremos de que éste no porte bebidas azucaradas.

 

18 meses – 3años

En este momento enseñaremos a nuestro bebé a utilizar el vaso para beber y se abandonará el uso del chupete y biberón para no crear malformaciones en sus huesos maxilares. Se recomienda una primera visita con el odontopediatra para valorar la higiene y los primeros dientes. Una visita temprana al dentista puede evitar miedos irracionales futuros.

3-6 años

Debemos supervisar la higiene oral de nuestros hijos de forma rutinaria ayudando a crear el hábito diario de lavarse los dientes.

6-12 años

Aunque confiemos en la autonomía de nuestros hijos para lavarse los dientes, deberemos supervisar su higiene.
Desde los 6 hasta los 12 años, irán apareciendo en diferentes etapas la totalidad de piezas definitivas (salvo los cordales o “muelas del juicio”). Es importante conservar los dientes temporales sanos desde que erupcionan hasta que se caen, ya que sirven de guía y mantienen el espacio que después ocupará el diente definitivo. Valoraremos también en este periodo el posicionamiento de los dientes y huesos maxilares teniendo en cuenta que hay ciertos tratamientos que sólo se pueden realizar cuando se está en crecimiento, ya que podemos potenciarlo o pararlo en algunas ocasiones, al igual que podemos guiar un diente en su erupción para que termine en su lugar correcto